jueves, 11 de marzo de 2010

EL CELULAR Y LA SOCIEDAD ACTUAL


Es increíble cómo las nuevas tecnologías han pasado a ser parte imprescindible para el día a día de muchos de nosotros. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación son necesarias hasta para que en este momento leas este texto.

Hoy, todo es más rápido. Los correos, las llamadas telefónicas, etc., hacen las cosas mucho más ágiles. Incluso, han venido a desplazar muchos de los inventos antiguos. Recuerdo que antes, en el cantón donde vivo, solo había un teléfono. Las personas hacían grandes colas para esperar su turno. Muchos aprovechábamos para hablar con la persona que tenías a la par.

La vida era un poco más tranquila. No había tanta agitación como ahora. Desde que aparecieron los celulares, la vida es más aislada, más privada y todo es más rápido. Si poseo un celular, es muy probable que me localicen en cualquier hora y lugar. Antes esto no era posible.

Algo tan sencillo como un aparato celular ha logrado minimizar las relaciones interpersonales. Pero el colmo de los colmos no es Estocolmo. El colmo de los colmos es que, en la actualidad, si quiero tener una relación de noviazgo, una aventura sexual, cualquier cosa, el celular me lo permite. Hasta consejos me mandan a través de mensajitos de texto para aconsejarme. Para describir esto no creo correcto decir: ¡es increíble! Porque es más acertado decirlo al estilo árabe: “Maktub”, está escrito.

Hasta las personas que vivimos en condiciones de pobreza poseemos un celular o dos. Yo no me opongo a ello. Todos tenemos derecho a hacer lo que consideremos conveniente. Libre albedrío. Lo que no comparto es que, en casos que conozco, “es más importante tener con saldo el celular que el estómago lleno.” Así como por allí dicen que “no se puede vivir sin radio”, “hoy no se puede vivir sin teléfono celular.”

Pero volviendo a los servicios de que dispongo por poseer celular, puedo decir, que muchos de ellos, directa o indirectamente, contribuyen a deformar las relaciones entre las personas; se planifican asaltos, asesinatos, extorciones, contribuye a que violadores sexuales contacten a sus víctimas, y para que podamos tener novias cibernéticas o del chat, entre otros.

No quiero dejar de lado que muchos accidentes de tránsito han sido por culpa del celular. El mensaje de texto o la llamada tuvo un trágico resultado. Así es nuestra realidad. Lo demás de la historia ya lo sabe usted.

Lo mejor sería que en este nuevo siglo, se implemente a la niñez un uso adecuado del celular. De esa manera, ya no se tendrían tantas escusas a cerca de los efectos negativos que trae consigo el convertirse en un adicto al celular. Claro, esto no quiere decir que todos los que poseemos un celular somos adictos a él, usted lo sabe mejor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si compa, tenés toditita la razón. Mi madre también nos cuenta una historia parecida a la que contás el teléfono. En esos tiempos por eso todo era diferente. En síntesis se podría decir que los medios y la tecnología nos proveen comodidad y accesibilidad a muchas cosas. Pero si no sabemos utilizarlos terminamos siendo utilizados por ellos! Ahí radica el problema...
Cuidate. DTB
Lau =)