lunes, 20 de febrero de 2012

HISTORIA SOBRE CÓMO PRACTICAR VALORES

Por: Yolanda de los Ángeles Posada


Era lunes. El día estaba muy cálido. Mientras caminaba por la calle, hacia la escuela, pude ver a una señora que intentaba cruzarse la calle. En mi mente me decía “le ayudo o no le ayudo.”

Al cabo de unos segundos, me acordé de la primera clase de valores, aquella que estaba referida a qué sucede cuando practicamos valores. En ese momento decidí ayudarle a la señora. De repente ella me dijo “muchas gracias.” “No tenga pena”, le respondí. Seguí mi camino hacia la escuela, sintiéndome muy feliz de haber ayudado a alguien.
Al día siguiente, estaba reunida con un grupo de amigos, lo cual consideraba no era tan bueno para mí, porque ellos eran criticados por no practicar valores ni buenos hábitos. Asimismo, se decía no que sabían lo que querían para su futuro.

Un compañero se me acercó y me dijo que por qué me reunía con esos “perdedores”, pero yo le expliqué que mi objetivo era que ellos también se pudieran superar, es decir sean personas de bien. Minutos más tarde me reuní de nuevo con ellos. Me pidieron un consejo. Les prometí ayudarles y ellos dijeron estar dispuestos a hacer lo que fuere con tal de cambiar y ser mejores personas.

Les pedí reunirnos el día siguiente con otro compañero que se había ofrecido ayudar también. Ese día les expliqué acerca de las MALAS INFLUENCIAS y BUENAS INFLUENCIAS que pueden venir de los amigos. En algunos casos, como el de mi amigo y yo, queríamos mostrarles algunas influencias positivas, las cuales habíamos aprendido gracias a un profesor de valores. Nosotros queríamos que ellos pudieran ver la vida de una manera diferente, no como un vacile. Es decir aprender a ayudar a las personas que lo necesiten.

Luego de una semana, todo había cambiado. Esos compañeros que por tiempos habían sido rechazados, los demás cambiaron su actitud hacia ellos. Dijeron que gracias a nuestros consejos pudieron cambiar su manera de vida y poder aprovecharla.

Ese día aprendí que es muy bueno practicar valores, pues no solo ayudan a uno mismo, sino también a los demás. Por ello procuramos ayudar a otros compañeros y demás personas, las cuales me preguntaban que cómo fue que aprendí a ser como soy. Les comenté que los principios y valores inician en nuestra familia, luego en la comunidad, la escuela y la iglesia.

En ocasiones, nosotros los jóvenes optamos por aprender cosas que no son buenas, sin darnos cuenta que hay cosas positivas por aprender, las cuales nos ayudan toda la vida. Una persona me dijo que los jóvenes somos el futuro del país.

Un día le comenté al profesor de valores lo que habíamos hecho mi compañero y yo, y él nos felicitó por hacer el bien a los demás. Gracias a Dios, hoy los días son diferentes para mis compañeros y yo. No debemos hacer cosas inadecuadas solo para impresionar al grupo de amigos, porque debemos prepararnos para el futuro primero.

BIENVENIDO POR FAVOR DEJA TU COMENTARIO O ENVIALO A aguilarjcb@hotmail.es

2 comentarios:

Jose Aguilar dijo...

Hola, bello relato. Sigue escribiendo.

Anónimo dijo...

buenoo buenoo eso es verdad