martes, 26 de octubre de 2010

En la celebración del Bicentenario

Hablar de Independencia en El Salvador podría considerarlo un eufemismo. Siempre que se llega el mes de septiembre, todos sacamos de la bodega mental el espiríritu cívico. Lo sacudimos para quitarle el polvo, luego nos vestimos con él y salimos a la calle.

En las escuelas, el estudiantado, se prepara para sallir a las calles a celebrar ese tan recordado evento. Los padres de la patria dicen estar unidos por la independencia y aparecen en los medios hablando de libertades,valores y un sin fin de palabras bonitas.

Los medios de comunicación se unen a la campaña de difundir aquel menssaje cívico para recordarle al pueblo que un día más es libre. La pregunta es ¿independientes de qué? Muchos responden a esa pregunta argumentando que no somos libres, que somos esclavos de los gringos, que el país está vendido y no no temos cómo pagar la deuda pública, que somos pobres.

Otros dicen que la independencia fue por gusto, que no hay resultados positivos, que somos esclavos de las decisiones de los gobiernos, porque no toman en cuenta las decisiones de las mayorías empobrecidas. Y así podemos seguir dando respuestas a esa pregunta, de acuerdo a todo lo que se dice respecto a la independencia.

Para no hablar de la independencia desde un pasado borroso, confuso y complejo, en la actualidad necesitamos un nuevo concepto de independencia que todo el mundo pueda comprender, incluyendo a niños y ancianos. Debemos celebrar la independencia sin afamar a proceres, sino dando énfasis en lo que ahora somos y en lo que podemos llegar a ser.

Dando valor y énfasis a cada individuo, por el mero hecho de ser un ser humano. Debemos celebrar y practicar la independencia todos los dias, a traves de respetar al prógimo, siendo justos con los demás, incluyendo a los sectores ignorados, invisibilizados por el sistema neoliberal, uniendo esfuerzos para hacer de nuestro país algo grandioso. También eligiendo a presidentes, alcaldes y diputados que en verdad muestren preocupacion y deseo de trabajar por el país(ya no eligiendo a los que no trabajan y solo hablan), dejando a un lado los colores partidarios y ejerciendo el voto racional.

Ya se acerca el Bicentenario del Primer Grito de Independencia, el cual dará un realse a la capital salvadoreña. Es una buena oportunidad para resignificar el concepto de independencia. Les invito a que celebremos el Bicentenario tratando de ser mejores personas cada día.

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